¿Por qué usar en portabebés, bandoleras y fulares?
¿Por qué usar en portabebés, bandoleras y fulares?
Cierra los ojos e imagina un bebé nonato en el vientre de su madre. ¿En qué condiciones se encuentran? ¿Qué ven, oyen o sienten? El bebé experimenta a su madre casi exclusivamente a través del tacto. Su piel evoluciona primero, ya que es el órgano sensorial más antiguo y primario. Cuando la madre se mueve, el bebé se mueve suavemente con ella: cuando se pone de puntillas, corre hacia el tranvía, camina, baila e incluso cuando duerme, el bebé rebota suavemente al ritmo de la respiración de su madre. El espacio en el útero es limitado, hace calor, los sonidos son turbios y se oyen los latidos regulares del corazón y el zumbido del organismo en funcionamiento. Todas las necesidades del bebé se satisfacen inmediatamente gracias a la increíble conexión con la placenta. También sabemos que las emociones de la madre pueden influir en el desarrollo de su bebé, lo que hace aún más fascinante esta simbiosis tan complicada como exquisita.
Y entonces llega el parto... ¡el acontecimiento terminal, increíble, crucial! De repente, el enorme espacio se abre, se vuelve luminoso y frío. El bebé es golpeado por una explosión de sensaciones: todos los sonidos, texturas, colores y olores diferentes. Pensemos, por ejemplo, en el olfato. Aparte de los padres, en la sala de partos habrá personal médico y cada uno de ellos tendrá un olor natural diferente, utilizará cosméticos distintos. También está el olor de los desinfectantes, del detergente, de los medicamentos. El recién nacido necesita tiempo para adaptarse, interiorizar y organizar esta notable diversidad de sensaciones y aprender a vivir con ellas. Además, la frágil personita necesita mucho apoyo, ternura y respeto durante las manipulaciones (por ejemplo, al levantarla, llevarla en brazos, vestirla, etc.). En las primeras semanas de vida, los bebés responden mejor cuando están en contacto directo con sus padres, cuando se les abraza fuerte, cerca de la fuente de alimento. Quieren oler a su cuidador, sentir sus suaves movimientos. Ahora que están acurrucados y cómodos, pueden aislarse del exceso de sensaciones y dormirse en el lugar más seguro del mundo: en brazos de sus padres. Esta proximidad puede conseguirse de decenas de formas distintas: amamantando, durmiendo con el bebé, dándole masajes, abrazándolo y, por último, llevándolo en brazos. Un bebé en un fular tejido se mantiene cerca de tu cuerpo, lo que le permite sentir tu calor corporal, tu olor, escuchar los latidos de tu corazón, balancearse cuando caminas, oír tu voz... Todo esto reproduce a la perfección el entorno acogedor y seguro del útero... y entonces es cuando ocurre la magia: el bebé se duerme tranquilamente.
La cercanía de los padres establece la relación primaria y básica entre el bebé y el mundo. Somos la principal fuente de alivio y regulación para nuestros bebés. Ten en cuenta que el crecimiento psicológico y emocional está inseparablemente relacionado con el crecimiento físico. Por eso hablamos del desarrollo psicomotor. Sin la seguridad psicológica que proporcionan los cuidadores, es definitivamente más difícil que los niños se desarrollen físicamente. La seguridad emocional y el interés inicial por el mundo se desarrollan cuando el bebé se siente seguro y querido. Este es precisamente el motor del crecimiento físico.
Hay que recordar que el desarrollo motor del bebé se produce en gran medida durante su contacto con una superficie sólida. Por lo tanto, vale la pena tumbar al bebé en una colchoneta para que ponga en práctica sus habilidades naturales y evolucione a su propio ritmo.
Llevar al bebé en brazos satisface su necesidad de seguridad. Pero también, la necesidad de cercanía, tacto, vínculo, unión, consuelo... A través de este contacto, nuestros pequeños también aprenden a regular sus emociones y las reacciones de su propio cuerpo. Nos afectamos mutuamente de muchas maneras y así es como se crea el vínculo definitivo.
¿Y los padres? ¿Qué ganan con llevar al bebé? Por supuesto, ganan sensación de seguridad, cercanía, tacto, vínculo, unidad y comodidad. Pero también espacio, libertad, corresponsabilidad, independencia, autoestima (competencias parentales) ¡y mucho más!
Además de satisfacer muchas de nuestras necesidades y las de nuestro pequeño, llevar al bebé es una enorme bendición para su desarrollo. Si se le envuelve correctamente, el bebé recibe un apoyo y un estímulo extraordinarios para su desarrollo. Se estimulan todos los sentidos, incluidos los tres extremadamente importantes:
- Tacto - con los receptores situados sobre la piel, recibiendo estímulos superficiales y profundos de tacto, presión, frío, calor, dolor.
- Propioceptivo - recibe estímulos de músculos y tendones e informa al cerebro sobre la ubicación del cuerpo y sus partes en el espacio, y sobre los movimientos del cuerpo.
- Vestibular - informa sobre la ubicación y los movimientos de la cabeza en proporción al entorno, también llamado sentido del equilibrio, a través de los receptores del oído interno, se desarrolla gracias al balanceo.
Gracias a esta estimulación apoyamos el desarrollo del bebé, le damos la primera clase gratuita de procesamiento sensorial, le enseñamos coordinación motora, estimulamos la sensibilidad profunda, también apoyamos el futuro desarrollo del habla. El bebé que se siente seguro dedica menos tiempo y energía a señalar sus necesidades básicas. Pasa más tiempo en el estado de la llamada alerta tranquila, en el que absorbe el mundo, llega a conocer su entorno, preferentemente los rostros humanos.
Otra ventaja increíblemente importante de llevar al bebé en brazos después del contacto inmediato piel con piel es también la secreción de oxitocina, la hormona del amor y el apego, responsable tanto de la producción de leche como del desarrollo de un vínculo con el bebé, de la activación de los mecanismos de protección y del estado de serenidad en el que entramos mientras lo alimentamos, le damos masajes y, por último, ¡lo llevamos en brazos!
Por eso, te animamos a que construyas la intimidad con tu bebé y esperamos que este fular tejido se convierta en una de las herramientas que te ayuden a conseguirlo.
Texto
Anna Zin
Asesora en porteo (Trenerka w Akademii Noszenia Dzieci, Akredytowana Doradczyni Akademii Noszenia Dzieci, Certyfikowana Doradczyni Noszenia Die Trageschule Dresden (R))