¿Por qué usar en portabebés, bandoleras y fulares?
Cierra los ojos e imagina un bebé nonato en el vientre de su madre. ¿En qué condiciones se encuentran? ¿Qué ven, oyen o sienten? El bebé experimenta a su madre casi exclusivamente a través del tacto. Su piel evoluciona primero, ya que es el órgano sensorial más antiguo y primario. Cuando la madre se mueve, el bebé se mueve suavemente con ella: cuando se pone de puntillas, corre hacia el tranvía, camina, baila e incluso cuando duerme, el bebé rebota suavemente al ritmo de la respiración de su madre. El espacio en el útero es limitado, hace calor, los sonidos son turbios y se oyen los latidos regulares del corazón y el zumbido del organismo en funcionamiento. Todas las necesidades del bebé se satisfacen inmediatamente gracias a la increíble conexión con la placenta. También sabemos que las emociones de la madre pueden influir en el desarrollo de su bebé, lo que hace aún más fascinante esta simbiosis tan complicada como exquisita.